Cohiba Lanceros – caja diplomática

Una leyenda viva en la historia del puro cubano: el Lancero está considerado como el primer cigarro Cohiba
y cuenta la historia de los orígenes de lo que hoy es el fabricante de tabaco más legendario del mundo. En los años 60, el guardaespaldas de Fidel Castro, Bienvenido «Chicho» Pérez, le ofreció un cigarro oloroso.puro perfumado en un formato inusual – y Castro se enamoró inmediatamente de su inusual sabor. Poco después, conoció a Eduardo Rivera, un torcedor amigo de su guardaespaldas, que se convirtió en el torcedor personal de puros de Castro. Inicialmente pensada únicamente como regalo para los invitados de Estado y los diplomáticos de alto rango de Cuba, Rivera fundó una pequeña fábrica en 1964, precursora del famoso El Laguito de La Habana. Allí trabajaban ocho torcedores de puros seleccionados a mano, entre ellos Norma Fernández, que creó el nombre Cohiba en 1966 – y sentó así las bases de una marca única de Habanos S.A. marca. Con una impresionante longitud de casi 20 cm y un delgado calibre de anilla 38, el formato Lancero es sin duda el más llamativo y extravagante de la famosa Línea Clásica de Cohiba. La experiencia única a nivel mundial en calidad y procesamiento se refleja en cada calada de los Lancero: las hojas de tabaco cuidadosamente seleccionadas de la renombrada provincia de Vuelta Abajo se someten a una triple fermentación para la Línea Clásica y desarrollan así sabores increíblemente finos, no adulterados y al mismo tiempo intensos. Con cada calada, el Lancero demuestra que una creación cubana de este tamaño no tiene por qué ser prepotente: aquí no hay pesadez abrumadora. Un placer altamente complejo y de primera clase al que no sólo Fidel Castro sucumbió. A día de hoy este Cohiba sigue teniendo un aura elitista y encarna lo que probablemente sea la declaración más legendaria del disfrute del puro, hechizando una y otra vez a los aficionados de forma incomparable. Actualmente es especialmente raro y codiciado en todo el mundo. Por lo que sabemos, se trata de cajas VIP o los llamados regalos diplomáticos, que se entregan a funcionarios del gobierno y personalidades selectas.